martes, 6 de febrero de 2007

El poder del silencio



Hoy no estoy de vacaciones, al igual que muchos tengo que aplanar calles, en un absurdo caminar por los tribunales que aún funcionan, solo los Civiles cierran el resto da vacaciones a los magistrados o a los funcionarios que justo, justo llevan tu causa, Bienvenido Febrero!!!.

Pero no es de eso de lo que quiero hablar, si no de lo que pasó el fin de semana en el puerto, ese día sabado, estaba en un campeonato de Rugby en la Playa, al otro lado de la bahía de valparaíso, la nube de humo era grotesca, nadie sabía que onda hasta que alguien atino a llamar. ¡En Valpo quedó la cagá!...frase corta pero precisa, para quienes nos consideramos amantes del puerto, de sus rincones, no desde hace una par de años sino de siempre, fue fuerte, casi increible...hasta hoy. De mi absurdo andar en Tribunales hoy me fui caminando hasta por Prat rumbo a Serrano, sin ruidos, sin micros maniobrando magicamente en las estrechas calles, si nadie corriendo, ni gritando ni nada...silencio. No pude llegar, quizas mi fibra moral fue más fuerte que mi afán voyerista de ver ruinas, quizás fue la foto de una de las desaparecidas donde en manuscrito decía su familia que no hiban a descanzar. Quizas el puerto está dolido y con el todos aquellos que añoramos sus calles, no lo se...quizas fue el poder del silencio, seguro lo fue. Me giré y me fui a tomar un café, antes me lustre los zapatos en el mismo lugar de hace tres años, el lustra botas me saludó como siempre, ¡Buenos días Dr!, ya me cansé de explicarle, sin preguntarle mientras me perdía en la especial forma de dar las noticias del diario La Cuarta, me dijo "El lustra botas muerto, no tabajaba na en la plaza O Higgins, trabajaba en la plaza Victoria, yo lo conocía...". Silencio.